Alemania: transitar el dolor sin sufrimiento
Una adolescente junto a su abuela y su madre miran el final de la película Camila (1984) sentadas en una cama mientras que el calor las invade. Lloran, se frustran y apagan el televisor. Afuera una realidad las espera, pero ese instante les pertenece y por un segundo, es lo único que importa. Así comienza Alemania, la ópera prima de María Zanetti inspirada en vivencias personales.
Esta película de género coming of age se centra en Lola (Maite Aguilar), una adolescente de 16 años que tiene un sueño: hacer un intercambio estudiantil en Alemania. A pesar de haberse llevado materias, logra alcanzar el promedio para poder cumplir su objetivo, pero las trabas no desaparecen. “Las cosas cambian”, le explica su mamá refiriéndose a la delicada situación que atraviesan por la salud mental de su hermana (Miranda de la Serna). Lo que parecía una realidad, se convierte en una fantasía. Pero, Lola se aferra con fuerzas al intercambio. Quiere escapar, ¿quién no lo desea?
La protagonista comienza a priorizar sus deseos y buscar independencia cuando la estabilidad desaparece en su casa. Las cosas cambian incluso para ella. “Me pareció interesante centrarme en la adolescencia porque es un momento deforme en la vida de las personas”, explica la directora María Zanetti. Pero Alemania abarca esta etapa desde una chica que es observadora, no protagonista.
Una protagonista que observa
“La única condición que le puse al productor fue salir a grabar cuando apareciera la actriz. Como directora cedí en otras cosas, pero en esto me mantuve. Si no la encontraba, no la sentía, no podíamos filmar porque era todo ella”, explica la directora, quien cuando encontró a Maite Aguilar, encontró a su Lola. La protagonista, que hace su debut actoral, cuenta que trabajaron de forma conjunta para construir el personaje: “Hubo muchos encuentros antes del rodaje, nos juntábamos una vez por semana para conocernos y armar entre las dos a Lola”. Maite Aguilar comunica que algo sucede sin palabras y es capaz de traspasar la pantalla con su mirada nostálgica. Lola intenta crecer, salir de su zona de comodidad, pero no puede dejar a un costado a su hermana, no quiere. La directora remarca que se respira un peligro “porque hay un personaje impredecible, que pone en riesgo su alrededor”. Pero para Zanetti era fundamental no sólo profundizar en la hermana, sino también en todos los matices que puede tener una historia.
“Cuando pasó algo muy triste en mi vida familiar, a la noche estábamos contando un chiste. Los momentos duros también están atravesados por otros más livianos y eso está bien”, cuenta la directora. Este retrato íntimo explora la necesidad de lo simple y efímero aún en un contexto impredecible, algo que deja en claro desde el principio. Lola no deja de reírse con su hermana, de compartir momentos con su abuela, de equivocarse y correr hacia al pasado para refugiarse en los recuerdos. Alemania es tan humana como sus personajes y funciona como recordatorio: ni lo bueno ni lo malo dura para siempre, existe un después.
Alemania, la película que tuvo su estreno el año pasado en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata y San Sebastián, ya se puede disfrutar en las salas del país.
Soy demasiado, pero en ese demasiado encontré el cine y no hubo vuelta atrás. Hace unos años, nació Film Queen, mi espacio dedicado al mundo cinéfilo que se encontró con mi «yo» periodista. Espero que disfruten leerme mientras intento transmitir lo que me genera el séptimo arte.
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