
ULTRA Buenos Aires: el reencuentro de la nostalgia y el jolgorio
La quinta edición del festival contó con 80.000 asistentes. Así se vivió la vuelta del ULTRA en el sur de la capital.
Un poco más de diez años pasaron desde la última vez que el ULTRA se realizó en el país. Cuatro escenarios, foodtrucks variados, distintos espacios interactivos para disfrutar la jornada y hasta un escenario para disfrutar de las promesas locales. Coincidiendo con el fin de semana santo, durante dos días, en el Parque de la Ciudad, más de 80.000 personas vivieron el regreso del festival más esperado de la música electrónica.
Solo te pido que te vuelvas de verdad y que el silencio se convierta en carnaval: la próxima edición del festival se realizará el sábado 14 y domingo 15 de febrero del 2026.
VIERNES SANTO, PRIMER DÍA DE LA FECHA
Con un paralelismo al show del Indio Solari y los Fundamentalistas Del Aire Acondicionado en Gualeguaychú, el predio de Villa Soldati, vivió una nueva experiencia electrónica: todos entre el barro.
Corridas, resbaladas, filas eternas para conseguir un método de pago cashless y sobrevivir doce horas de jornada. De fondo sonaba ”Emiliano Demarco”, esta vez en formato B2B “Eze Ramirez”; los argentinos se encontraban tocando en el RESSISTANCE, el escenario apartado entre la montaña rusa abandonada.
Cruzando las viejas estructuras y esquivando el barro levantado, por un lado, se encontraban los escenarios RESSISTANCE 2, UMF Radio y Kosmos -la propuesta de Thonet & Vander para las estrellas nacionales emergentes-. Por el otro, cuero, botas bucaneras, borcegos, transparencias y buzos oversize apurados para llegar a sus artistas.
En el centro se encontraba el MAIN STAGE, con una “U” gigante que logró fusionarse con las visuales de “WADE” y el atardecer. Con la noche más encaminada, en el apartado del techno y house underground, “KOROLOVA” logró calentar los motores para el cierre de su compatriota “Miss Monique” -de la cual también quedé flechada con su set-.
Aunque la primera fecha contó con estelares como “MRAK” -la otra mitad de los italianos Tale of Us-, “Mariano Mellino” -nuestra estrella del progressive-, y “Boris Brejcha” -el alemán enmascarado-; la noche -un poco, mí noche- quedó maravillada por la seguidilla de “Afrojack” y “Martin Garrix”.
No volvimos a los 90’s, ese de Pacha y la época dorada de la música electrónica, sino que volvimos al 2014. Específicamente, me refiero a ese del mundial de Brasil, ese dónde Skrillex lideraba el mundo del dubstep y el EDM se volvió tan furor que aparecía hasta en los juegos más famosos para los niños -el Geometry Dash que actualmente sigue disponible para ser descargado-.

SÁBADO SANTO, FIN DE LA FIESTA
El jolgorio llegó a su recta final con piernas cansadas, barro seco, un público más abrigado y fuegos artificiales. Su principio, fiesta en formato de día, destacaron el set de “Milena Adamis” -con en un techno más crudo al rayo del sol- y “Nilo.R” -con su espíritu joven y en formato LIVE set-.
Tanto “Oliver Heldens” -otro referente del 2014- y “GULP”, fueron unos de los encargados de fusionarse con el anochecer. El positivismo llegó de la mano de “Juan Hansen”, el argentino es análogo de sus instrumentos, sus visuales y sus sampleos -usó muy bien “La Pregunta” de Babasónicos-.
Para el cierre nos instalamos en el MAIN. A partir de “Axwell” -recordado por ser miembro del trío Swedish House Mafia-, el viento dejó de correr entre los presentes. Para la seguidilla “ARTBAT” y “ANYMA” comenzó la marea del “izquierda-derecha”.
El dúo ucraniano supo cómo terminar de calentar la pista para la gran final. El neoyorkino, salió a la cancha a las doce y media, con visuales hipnóticas -dignas del dúo que integra, Tale Of Us-, luces, humo y fuegos artificiales confirmó que su hora y media de set es el ángel de la oscuridad del techno melódico.

Fundamentalista de los Ramones y Justin Bieber. El mismísimo rey de Gondor sabe mí nombre. Odio el chocolate.