Knotfest Argentina: pasión, locura y miedo en el Parque de la Ciudad
El mega festival de metal protagonizado por Slipknot, Amon Amarth, Meshuggah, Babymetal, Arde la Sangre y NVLO reunió a más de 30 mil personas en el Parque de la Ciudad el pasado sábado. Así se vivió el debut del Knotfest en el sur de la capital.
Creado por Slipknot en 2012 y estrenado en su tierra natal, Knotfest llegó por primera vez a nuestro país después de 12 años de ediciones a través del mundo, que lo convirtieron en uno de los festivales más importantes y únicos de la música pesada. En esta edición, los fans también tuvieron la oportunidad de recorrer el “Museo Slipknot” donde exhibieron elementos que acompañaron a la banda durante estos 25 años de carrera.
Desembarcado de la mano de Fénix Entertainment, el evento en el Parque de la Ciudad, reunió durante todo el sábado a más de 30 mil fanáticos lookeados acorde y resistiendo al sol picante.
La jornada comenzó a las 14:30 hs con la presentación de los locales NVLO, quienes durante los últimos años, se transformaron en una de las bandas más prometedoras de la nueva escena argentina. Con una micro falla técnica de sonido de por medio, el quinteto calentó los motores con un círculo picante, dejando en claro que son los referentes del “Club Atlético Breakdown”.
Continuando con este potente comienzo, Arde La Sangre, fue la segunda banda en aparecer en el escenario. Si de reinversiones se habla, la banda liderada por Marcelo “Corvata” Corvalan -miembro fundador de A.N.I.M.A.L.- y Tery Langer -ambos ex Carajo– demostró su nuevo sonido y repasó los temas de su álbum debut.
A mitad de la tarde llegó una de las bandas más esperadas y llena de expectativas de la fecha. Babymetal, la agrupación japonesa que mezcla heavy metal con kawaii y J-pop, llegó para llenar el Knotfest de sangre fresca. Los metaleros de siempre, junto a los padres que acompañaban a sus hijos, siguieron a pie de cañón las directivas del trío y entre tanto pogo las coreografías predominaron junto a los éxitos como “Chocolate” y “RATATATA”.
Con los cuellos ya rojos de tanto sol, durante el atardecer, Meshuggah dió cátedra de como es el metal pesado en las tierras nórdicas. Aunque faltó su juego de luces característico, la banda liderada por Kidman, recorrió sus 30 años de vida en el thrash y la psicodelia explosiva.
Entrada la noche, Amon Amarth, encaminó al público al Valhalla. Con dos enormes vikingos inflables decorando el escenario del festival, Johan Hegg saludó en español: y dió comienzo a la fiesta vikinga. Explosivos, teatrales y épicos en su narrativa birrística; la banda sueca finalizó la espera del show principal.
La banda oriunda de Des Moines -Iowa- llegó al escenario del Knotfest prometiendo una noche como si fuera 1999. Claro está, Slipknot, volvió al país con nuevo baterista –Eloy Casagrande– y en el marco de los 25 años de su CD debut homónimo. Durante una hora y media los enmascarados, repasaron todos y cada uno de los temas estrenados a fines del primer milenio. Caracterizados como en sus comienzos -con el overol rojo y un público sediento de piñas-, fueron violentos, guturales y crudos -como su final con drop-mic y sin despedida-.
Fundamentalista de los Ramones y Justin Bieber. El mismísimo rey de Gondor sabe mí nombre. Odio el chocolate.