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Better Call Saul 6×09 “Fun and Games”: El fin de una era

(Esta reseña contiene spoilers del episodio 9 de la temporada 6 de Better Call Saul)

Pocas veces sentí tanta desolación al terminar un episodio. Sí, llegamos al Saul de Breaking Bad, lo que venimos esperando y nos prometieron desde la primera temporada, el camino inevitable que Gould y Gilligan nos invitaron a tomar. Y no podríamos sentir más vacío en nuestro corazón. Porque como leí en muchas reseñas, llegar a Saul es decirle adiós a Jimmy McGill. Es ver morir a Jimmy. Y sobre todo, despedir a Jimmy es dejar ir al mejor personaje de la serie: Kim Wexler.

“Fun and Games” (“Diversión y juegos”, aunque tuvimos todo menos diversión) fue un episodio de escenas largas y silenciosas, algunas cargadas de tensión (hola de nuevo, piscina de Don Eladio), otras más contemplativas (Mike limpiando cosas), otras donde parece que no pasa nada pero pasa todo (Gus catando vinos), pero todas conduciendo a un cierre para los personajes. Esa palabra que es tan linda en inglés (y tan dolorosa en Better Call Saul): “closure”

Si no supiéramos que se vienen cameos de Walter y Jesse y que queda por resolver todo el timeline de Gene en Omaha, este podría ser un perfecto final de serie, sin cabos sueltos. Entendemos por qué Saul destronó a Jimmy y se lanzó a su estilo de vida lleno de “fun and games”. Sabemos que Mike seguirá viviendo como un maleante con un resquicio de conciencia, luchando eternamente con su duelo por haber perdido a su hijo. Y que Gus cada vez se cerrará más y más en su frío mundo de los negocios; nunca más veremos una sonrisa genuina suya. En cuanto a la coherencia narrativa con Breaking Bad, ya no hay pendientes. Y AÚN QUEDAN 4 EPISODIOS. Kim tiene que volver a aparecer, ¿verdad? 

Para calmar la ansiedad, a continuación revivimos 10 cosas que sucedieron en uno de los episodios más silenciosamente desgarradores de Better Call Saul.

1) Aquí no ha pasado nada

Fun and Games” abre con uno de esos montajes creativos que le conocemos bien a Gould y Gilligan (aunque este episodio fue guionado por Ann Cherkis y dirigido por Michael Morris). Mientras Mike limpia el apartamento y Jimmy y Kim van a actuar su “día perfecto”, los planos se fusionan: el café se convierte en sangre y la sangre ketchup. Como apunta el crítico Alan Sepinwall, es una forma de mostrar visualmente que el mundo del cartel y el mundo legal ya son parte de lo mismo; como la toma de Howard y Lalo en su descanso eterno. 

Vemos el momento casi triunfal en que el letrero tan prolijo de “Goodman y Associates” se eleva en el aire. Pero a la vez, epende de un hilo. Cualquier sensación de paz que alcancen los protagonistas, siempre va a estar al borde del colapso. Cuando Jimmy y Kim llegan a casa esa noche, el apartamento está igual que antes. Pero nada es como antes, y sus caras lo dicen todo. Ahí Jimmy tira una de sus mejores líneas en toda la serie: “un día sabremos que habremos olvidado”. Lo que no sabíamos, es al final del episodio veríamos ese día.

2) Se quema todo

Uno de los planos hipnóticos de ese montaje inicial es el de Mike quemando cosas, como intentando incinerar sus remordimientos o, directamente, quemándose en el infierno por el camino criminal que eligió. Todos están ardiendo en el infierno, y por eso el fuego aparece varias veces en este episodio. En su meeting con el cartel al lado de la piscina (ESA piscina), los lentes de Gus reflejan el fuego. Es el odio en sus ojos del que hablan Héctor y Don Eladio, de estar frente a los asesinos de su amado Max, en el mismo lugar donde lo mataron.

El odio de Héctor no es interno, se expresa en los ding, ding que tanto atormentan a Eladio (le creo que despejó todo el asunto para no tener que escucharlo más), y que, irónicamente, serán el final de Gus años después. Por hoy, es una GRAN victoria para Fring, que mira la piscina como reflejándose en su sed de venganza (para más análisis de Breaking Bad y las piscinas, les dejo este video).  

Atención a LA BOTELLA DE TEQUILA EN EL FONDO

3) La de-GUS-tación

Gus vuelve de la frontera con el ego allá arriba. Después de abrir las ventanas y ordenarle a Mike que empiece YA con la obra del super lab, lo vemos hacer algo que nunca le vimos: celebrar. (O literalmente: saborear la victoria) Y esta es la escena más interesante y diferente de todo su pasaje por Better Call Saul. Al principio no entendí nada, pero después aprecié lo inmenso de verlo relajado, en la barra de un restaurante, degustando un vino carísimo, disfrutando la vida que podría llevar si no existiera la homofobia y no estuviera cegado por la venganza y el poder. Ya sabíamos de su gusto sibarita (recordemos cuando le cocina a Walter White), pero acá lo vemos elevarse a un nivel Sergio Puglia aireando el vino (re vería una serie en un mundo paralelo consistente en Gus y Miguel Rivas de This Is Us catando vinos). 

Su tímida fascinación cuando aparece David, el deseo que le vemos de compartir ese vino con él. GUSTAVO ME ESTÁ DANDO TERNURA. Giancarlo Espósito hablará el peor español que escuchaste en tu vida, pero ese cambio de registro entre la cara de piedra de Gustavo en la escena de la piscina y el relax que siente acá, es una joya. Al final, él también es una figura trágica, y es triste cuando se da cuenta que su flirteo llegó hasta ahí, que no se puede permitir gozar la vida porque tiene negocios que atender.

Gus disfrutando el poder de las drogas legales

4) Otra bebida en soledad

Mientras Gus se toma un vino caro, Mike disfruta una lata de cerveza en su sillón (amo estos pequeños paralelismos que no hacen sino reforzar las diferencias en el carácter, aunque al final ambos tienen en común una profunda soledad). Se siente algo reconfortante volver a la casa de Mike, verlo esconder armas, mirar un partido, pensar en su nieta cuando ve uno de sus juguetes, una de esas estructuras armables con tubos y toboganes para tirar bolitas. Y quizás también piensa cómo su propia vida es una de esas canicas que se deslizan en una estructura ya armada, sin ninguna otra dirección posible (“here’s what’s going to happen”). Hasta que se encuentra con la identificación falsa de Manuel Varga, y se da cuenta que tiene una última cosa por resolver.

5) Mike pronuncia mal «Justicia»

Otra soledad en el medio de la noche nos trae uno de los pocos personajes afables de todo este universo: el papá de Nacho. Mike necesita hacer paces consigo mismo por todo lo que le pasó a Nacho, y como padre en duelo, siente que le debe a Don Manuel contarle lo que pasó con su hijo. “Who are you?” le pregunta Varga. “That is not important”, dice Mike, y el auto-odio de esa frase me parte el alma. Cuando dice que Nacho se juntó con mala gente pero “tenía buen corazón”, también fue una forma de darle un cierre al personaje de Nacho, volver a reivindicarlo como lo que realmente era.

Mike asegura que “habrá venganza”, pero el padre de Nacho no es ningún estúpido, y le dice a Mike lo que necesita (¿o en realidad quiere?) escuchar: que justicia no es lo mismo que venganza. Y que por más que Mike se crea un hombre de principios, es un matón como todos los del cartel. Es una verdad que Mike tendrá que aceptar. Al menos ese “My boy is gone” nos muestra lo mucho que su papá quería a Nacho, aunque no haya llegado a decírselo. 

6) «End of an era»

El concepto de Justicia estuvo más explícito que nunca en este episodio. Apenas Manuel Varga niega que haya justicia, aparecen Kim y Jimmy, listos para entrar al funeral de Howard en HHM. En realidad es el propio funeral de HHM, como cuenta Rich en su intervención pequeña pero con un sentido enorme: la firma que un día fue la más poderosa de Albuquerque se muda a un lugar más pequeño, reduce su equipo y cambia de nombre. Toda la nostalgia del mundo se expresa en ese “El fin de una era”: el mundo de Jimmy y Kim como los conocíamos, ha muerto. Bien lo señala Jimmy cuando advierte que cambiaron la papelera que él había pateado en el episodio uno. 

7) La última mentira

La escena con la viuda de Howard me puso más tensa que la del cartel en la piscina de noche. Kim tiene su última performance inventando una historia que confirma que Howard era un adicto. Cliff –pobre Cliff, te queremos, Cliff– no puede decir nada por defender a su colega. Y encima, Kim le echa más sal en la herida al sugerir que siendo su esposa “debía darse cuenta” de que le pasaba algo. Cheryl se va llorando al baño; debería haber apreciado más aquel café de Howard. 

Igual que Howard, Cheryl no es ninguna boluda, pero Jimmy y Kim hicieron la embaucada del siglo

8) El beso del final

Como siempre, después de una “broma” bien hecha, Kim y Jimmy tienen un último momento de intimidad en la oscuridad. En el mismo estacionamiento donde fumaban juntos años atrás y nació su complicidad como los “underdogs” de HHM, se dan su último beso (no lo dicen, pero ya sentimos que es el último). Jimmy habla de iniciar el proceso de sanación y Kim sabe que eso nunca va a llegar. En esta escena están enfrentados y filmados a contraluz: son sombras, solo sombras de lo que fueron.

9) Kim Wexler, «no longer an attorney»


Después del beso, Kim sube a su auto y se va a la corte. El grito que di cuando le dijo al juez: “no soy más abogada”. ¿¿¿QUÉ??? No me esperaba que la culpa calara tan profundo en Kim que no solo renuncia a la persona que ama, sino a lo que más ama en el mundo. Al menos, después de tantas maldades, hay un sentido moral en Kim que no murió, pero para preservarlo, tiene que alejarse de Jimmy. Siguiendo con los conceptos de justicia, Kim sabe que después de lo que hicieron, es una hipocresía dedicarse a la justicia. La periodista Jen Chaney lo resume muy bien en su “Kim Wexler Watch”: “Ella es a la vez una buscadora de justicia y una gánster. Las dos cosas no pueden coexistir”. 

La mejor abogada del mundo, ya no lo es

10) I was having too much fun

Hoy les contaba que aparecían muchos fuegos en el episodio: la hoguera de Mike, el reflejo de las llamas en los lentes de Gus. El tercero es el primerísimo primer plano del cigarro que Kim fuma en el balcón, consumida en su propio ardor mientras espera a Jimmy como tantas veces. Solo que esta vez es la última. Nunca imaginaría que ESTA sería la escena donde de verdad se quemaría TODO.

No hubo balas como en los episodios anteriores, pero el disparo se sintió incluso más fuerte. Se les escucha el corazón despedazado en cada palabra del diálogo. Que sea la primera vez que intercambian un “te amo” solo hace que duela más. “Somos malos el uno para el otro”, explica Kim. “Somos veneno, lastimamos a la gente”. Y después le confiesa que no le contó que Lalo estaba vivo, porque sabía que Jimmy cancelaría el plan contra Howard. Y que sin ese plan, sin esos engaños, sin esa adrenalina, su pareja no subsistiría. “Me estaba divirtiendo demasiado”, confiesa Kim. Una confesión que hace eco al infame I did it for me de Walter en el final de BB. 

Todo lo que dice Rhea Seehorn con LA MIRADA. Dénle todos los premios ya.

Bonus track: El día en que Jimmy Saul ya no pensó más en eso

Salto de tiempo. Saul despierta en su nueva casa (la misma casa súper kitsch y megalómana que vimos en el primer episodio), junto a otra mujer (presuntamente, una trabajadora sexual). Lo escuchamos hablar por teléfono en la ducha, peinarse el peluquín, elegir una camisa vibrante, tomar su taza del “ Mejor abogado del mundo” (ya no el segundo, porque Kim no está, lloremos de nuevo). No hay dudas, estamos en la era full-Saul, no mucho antes de que Walter y Jesse lo secuestren. 

Al principio quedé con una cara de WTF tremenda. Me habría gustado más transición. Ver por qué, por ejemplo, sacó el letrero tan lindo de “Goodman & Associates” y cómo adoptó su frase “Better Call Saul”. Pero el IMPACTO que tiene esa elipsis es brutal, y en realidad, una vez que Kim está fuera del mapa, no necesitamos más explicación. Kim era lo que prevenía que Saul comiera el alma de Jimmy. De hecho, en una entrevista los creadores contaron que en esta escena, el personaje empieza a ser llamado SAUL en el guion, porque mientras Kim lo llamara JIMMY, esa seguiría siendo su identidad. Y Saul parece haberse levantado en ese día en que se dio cuenta que olvidó todo. Pero sabemos que en alguna gaveta guarda el corcho del Añejo Azul. 

Apuntes sueltos y un par de datas:

  • Profundizando un poco más en la conversión de Jimmy a Saul, quiero detenerme en el fin de Howard y HHM. La muerte de HHM supone otro fin más para el legado Chuck McGill. Ya habíamos visto cómo su nombre cayó en la irrelevancia (la gran escena de las latitas en la sala de juntas, previo a la caída de Howard), pero ahora ha desaparecido literalmente, condenado al olvido. Si el apellido McGill ni siquiera está de forma simbólica en el estudio más grande de Albuquerque, Jimmy tiene carta libre para adentrarse totalmente en Saul Goodman, sin rastros que lo conecten con su pasado. Pero lo más importante: sin el peso de Chuck en el mundo legal, Jimmy ya está fuera de la sombra de su hermano. No necesita la validación de su respeto, ese que, como bien le dice a Cheryl, sí le dio a Howard. El adiós de Kim fue la catapulta; pero creo que esta “segunda muerte” de Chuck es clave para que Saul Goodman desate todo su potencial inescrupuloso.
  • Mientras Gus llega a la juntada con el cartel, se me da por leer los nombre del cast que aparecen en pantalla. La mitad, ya están muertos. La otra, morirá en Breaking Bad (incluso los primos). Hasta lo que sabemos, en este mundo trágico solo quedan Kim y Saul (y el padre de Nacho, dios lo proteja). ¿Será que son los destinados a sobrevivir en el final?
  • Un detallecito de esos que hacen que el guion de BCS sea tan genial: al saludar a los del cartel, Gus trata a todos de «Don», pero a él le dicen simplemente «Gus». Ese resentimiento también está en el plano donde mira fijamente a la piscina. NO LO SUBESTIMEN.
  • Si la sonrisa de Gus tomando vino me dio ternura, la SUPER FELICIDAD DE HOWARD VIAJANDO en las fotos del funeral, me hizo paté. Esas fotos son reales, del Instagram de Patrick Fabian. Necesito que este actor tenga muchos nuevos proyectos.
  • En un clásico paralelismo BCS-BB, Mike limpiando el apartamento de Kim y Jimmy nos recuerda a su primera escena en BB, limpiando el de Jane. Como pasó con muchos personajes (igual que Jesse), la aparición de Mike iba a ser corta (de hecho, en ese episodio lo incluyeron porque Bob Odenkirk no estaba disponible y había que suplantar a Saul). Pero Jonathan Banks dejó una impresión tan fuerte en esos minutos, que los creadores decidieron expandir su rol (y terminó siendo el co-protagonista de BCS). 
  • Esto mismo sucedió con la historia de Jimmy y Kim. Gilligan y Gould pensaban llegar a “Saul” mucho antes en la serie (ya en el final de la primera temporada). Pero se enamoraron tanto de Jimmy McGill que quisieron extender y profundizar su historia. Y también se enamoraron de Kim, que terminó convirtiéndose en el verdadero corazón de BCS.
  • Otro hermoso paralelismo es el del montaje inicial, al son de “Perfect day”, con la increíble secuencia con que inicia “Something Stupid” (temporada 4), en el que Jimmy y Kim cada vez se distancian más. En el final de este episodio (como bien apunta mi amigo Jhonall), finalmente se cumplen lo que dice esa canción: “And then I go and spoil it all by saying something stupid like I love you”

¿Qué te pareció este episodio? ¿Seguís con el corazón roto como yo? ¡Dejame tus comentarios!

3 thoughts on “Better Call Saul 6×09 “Fun and Games”: El fin de una era

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