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RESEÑA: El jockey

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Luego de ser exhibida en los festivales de Venecia, Toronto y San Sebastián, llega a las salas argentinas, El jockey (2024), la nueva película de Luis Ortega luego de la exitosa El ángel (2018).

Dentro de un panorama en donde los estrenos son en su mayoría una consecución de lanzamientos procesados , secuelas que utilizan la nostalgia como oxígeno para justificar su existencia, spin offs, universos cinematográficos, y muchos inventos más que durante veinte años vienen saturando la oferta de las salas de cine, se produce un cansancio que no hace otra cosa que asfixiar al espectador y obtener un panorama estancado, es ahí, donde se necesita ese auxilio llamado “autor”. El autor tendrá la posibilidad de generar una obra distintiva con sello propio, que refresque el panorama al explorar nuevos mundos. 

Luego de ocho películas, siempre se le presta atención a la aparición de Luis Ortega con una nueva película, y ahora mucho más, luego de lograr su consolidación comercial con El ángel, que retrata la vida criminal del asesino serial Carlos Robledo Puch.

El jockey cuenta la historia de Remo Manfredini (Nahuel Pérez Biscayart), un jinete de caballos de carreras con mucho talento, reconocido por su destreza y por hacer historia en la disciplina con grandes victorias. Estas virtudes son destruidas por el propio Remo debido a su adicción al alcohol y a sustancias peligrosas como la ketamina para los caballos que roba humillantemente. En paralelo, Abril (Úrsula Corberó), su novia y también jockey exitosa queda embarazada y debe decidir si tener al bebé o seguir con su carrera. Ambos corren bajo las órdenes del mafioso Sirena (Daniel Giménez Cacho). La vida desbarrancada de Remo tocará fondo cuando sufra un accidente durante una carrera, se escape del hospital y Sirena junto a sus secuaces lo busquen para matarlo.

Como se menciona al comienzo de este texto, había una gran duda sobre cuál era el camino que iba a tomar el director después de tener un gran éxito comercial. Desde el tráiler se evidenciaba un presupuesto del mismo nivel que su película anterior, y desde el inicio se evidencia que Ortega no vende su sello y vuelve a las historias de sus inicios de presupuestos más modestos como Caja Negra (2000) o Lulú (2014). 

A lo largo de su obra, Luis Ortega ha dedicado su obra a hablar de la búsqueda de la libertad, término tan denostado en estos tiempos con fines económicos. Sus personajes no tienen restricciones y viven al límite, con tal de poder librarse de las presiones del mundo, esto hace que Robledo Puch baile endemoniado «El extraño de pelo largo» en una casa que está por robar, de forma arbitraria, estética y cautivante. Uno de los momentos imborrables de  El jockey es ver a los personajes de Pérez Biscayart y Corberó moverse sensual y extravagantemente al ritmo de Sin disfraz de Virus.

Los personajes de Ortega hablan y se mueven de una forma muy particular que solamente tendrá verosimilitud dentro del universo ficcional creado para la ocasión, esa libertad también recae en su autor que decide incluir dosis de realismo mágico que por momentos puede rozar el absurdo, al que no le teme en ningún momento. Hay numerosas referencias cuasi melodramáticas dignas de Almodóvar, como también el retrato de la inocencia que remite al cine de Leonardo Favio, y la puesta en escena calculada, marciana, pero atada a lo terrenal de las películas de Aki Kaurismäki (Un dato no menor es el aporte destacado en la fotografía de Timo Salminen, colaborador habitual del director finlandés).

La libertad del autor hace que El jockey sea una propuesta arriesgada y determinante que se celebra entre el panorama estático y temerario que se observa cada semana en gran parte de los estrenos que llegan a las salas, como una bocanada de aire fresco necesaria y que hay que valorar cada vez que exista la oportunidad de que alguien venga a caminar por la cornisa, con el fin de aportar rebeldía y oxígeno en una realidad cada vez más opresiva.

El jockey se estrena en cines de Argentina el 26 de septiembre. Dirige Luís Ortega con guion del director junto a Rodolfo Palacios y Sergio Olguín. Protagonizan Nahuel Pérez Biscayart, Úrsula Corberó, Daniel Giménez Cacho, Daniel Fanego y Mariana Di Girolamo entre otros.

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