Mi Última Solución en Vorterix: sueño con volverte a ver
Mi Última Solución presentó oficialmente su último disco “Reflejos de uno mismo” en el Teatro Vorterix el pasado sábado. Así se vivió el show en el corazón de Colegiales.
La noche del sábado, Mi Última Solución reunió a todos en el Teatro Vorterix, para la presentación oficial de “Reflejos de Uno Mismo”, su último material de estudio. Prometiendo ser una fecha histórica, realmente marcó un hito en la carrera de la banda, ya que grabaron su primer disco vivo y nos recordaron que la escena -del hardcore- en nuestro país está más viva que nunca.
Una fecha llena de anuncios y emociones a flor de piel. La apertura de esta celebración vino de la mano de “En La Verdad”. Aunque su vida en “la escena” es corta, comenzaron a calentar los motores principalmente con los temas de “Pangea”, su disco debut. Mecheando temas de “Nadie Dijo Que Sería Facil” y algún que otro sencillo, la banda comentó que próximamente tendrán anuncios.
Luego de un break con “música de ambiente”, por supuesto clasificada como “emo”, “All For Love” continuó con la fiesta. Luego de seis años sin tocar, anunciar su tercer disco y una fecha –el 17 de noviembre en Niceto-, la banda liderada por Rod tocó once temas que me volvieron a la adolescencia -sobretodo cuando tocaron “El grito de los débiles” y “Juntos”-.
Para las nueve en punto las luces de Vorterix hicieron su juego y Mi Última Solución salió a la cancha. Tocó 27 canciones -de las 30 que posee- y también tuvo invitados de lujo: Nazareno Gómez Antolini de ELNUEVEONCE -quien cantó Aguas Malas-, Rodrigo Rabita de AFL -en Vendetta-, Martín de Renacer del Tiempo –En cada caída-, Isa Sullivan -en Siempre-, Fran de Discarne -en Laberintos– y Pato Otero -en Felina-.
Por supuesto que en este festejo tuvo tintas de despedida. Taiel -su guitarrista- se mudará a España pronto. Sin embargo, esto no significa un adiós, ya que cuando regrese el próximo año tienen previsto algunas fechas. Durante estas dos horas, que parecieron ínfimas, hubo mucho baile, pogo, compañerismo y un set acústico alumbrado con celulares.
Para el último tema de la noche, las luces del teatro volvieron a hacer su juego y las pelotas inflables comenzaron a volar. En el escenario la banda condecorada subió a todos sus amigos, la escena estaba completa. Esta despedida, definitivamente, no es para siempre porque “A donde sea que estés, no importa que pueda pasar, nunca estaré solo. Los llevaré conmigo a donde sea que estés”.
Los derechos de la foto son para Melany Dominguez.
Fundamentalista de los Ramones y Justin Bieber. El mismísimo rey de Gondor sabe mí nombre. No me gusta el chocolate.
