La Monja 2: supera con éxito a su primera parte
La secuela de «La Monja» se está transformando en una de esas secuela que supera a la primera, aunque la vara estaba baja. Tampoco pensemos que es «El Padrino II», pero hace un buen trabajo a la hora de meter miedo, algo importante para la mayoría del público que va a ver una película de terror. Michael Chaves se pone detrás de las cámaras pero no es su primera vez en este universo. También fue el director de «El Conjuro 3», la cual se estreno durante la pandemia con críticas divididas pero con un trabajo decente desde la dirección. Taissa Farmiga vuelve en el papel de Irene, así como lo hace Jonas Bloquet como Maurice, y obviamente Bonnie Aarons como el demonio disfrazado de monja. Se suman al elenco Storm Reid (Euphoria, Missing) y Anna Popplewell (Las Crónicas de Narnia, Reign).
¿En dónde nos ubicamos?
Recordemos que en la primera parte la iglesia envía a un sacerdote (Demián Bichir) y una monja (Taissa Farmiga) a investigar una presencia demoníaca en un convento de Rumania, luego de múltiples suicidios en el lugar. Allí descubren al demonio Valak, que toma la forma de una monja endemoniada. En teoría logran derrotarlo, pero como vemos éste escapa dentro del cuerpo de Maurice. Acto siguiente, sin saberlo, Maurice o «Frenchie» viaja por el mundo, como nos muestra esta secuela, dejando un caos atrás suyo y con un destino que ni él parece conocer. Por el otro lado, la hermana Irene termina en otro convento, donde nadie sabe quién es ella ni a qué se enfrentó.
No está claro cuánto tiempo pasó de la primera parte pero Irene vuelve a tener sueño/visiones que le indican que algo pasa con Maurice. Luego de esta pesadilla la iglesia le pedirá que investigue unas extrañas muertes de sacerdotes, monjas, etc., ya que es la única que se ha enfrentado a algo así.
La pregunta es si llegará a salvar a Maurice del demonio que lo poseyó. Además, ¿cuál es la meta de Valak? Poco a poco lo iremos descubriendo junto a Irene.
Crítica
Justamente creo yo de los mayores errores de la película, es la investigación, porque hasta cierto punto nosotros como espectadores sabemos más que la protagonista. Eso podría hacer que se vuelva un poco tediosa la película y lenta. Al mismo tiempo tiene un recurso que usa bastante que es Valak. El demonio realmente causa miedo, es perturbador, y aparece bastante en la película, ayudando al ritmo por la tensión que genera, manteniendo siempre atento al espectador. Y si bien puede que al verla tan seguido el miedo decrezca, el director encuentra distintas formas de hacerla aparecer y aterrorizar a distintos personajes. Hay ciertos momentos donde uno sabe que algo está por suceder, pero es logro del director saber hasta donde estirar esa espera, que sea lo suficientemente larga para que te descuides pero sin aburrir.
En definitiva, esta película no inventa nada. No te va a cambiar la vida, pero utiliza bien los recursos del cine de terror para hacer una película decente. Siento que de todas formas va a generar mucha gente diciendo que la película es mala. En general siento que toma decisiones sobre el final de la película respecto al objetivo de Valak y cómo detenerlo que se puede tomar como demasiado o irreal. Sí, aceptan exorcismos, y demonios prendiendo fuego gente de la nada, pero objetos santos no. Cabe destacar que en la primera película se utiliza la sangre de Cristo. Hay cierta comodidad de la que se está tratando de salir en las películas de exorcismo que puede no estar siendo tan aceptada por cierta parte del público.
El cine es lo que más me gusta y descubrí que escribir sobre ello también.
Casi graduado en cine («han pasado 84 años»)
Basicamente me encuentran en todos lados como Red Reviews, excepto en YouTube y Twitch que soy Red de Cine.
