“Halftime”, el documental sobre Jennifer Lopez: toda una vida en un medio tiempo

Es muy significativo que “Halftime” empiece con Jennifer López soplando sus 50 velitas. Justamente “la mitad de la vida”, uno de los sentidos que guarda el título del documental de Netflix, dirigido por Amanda Micheli. El otro, más literal, es el “medio tiempo” del Super Bowl donde JLo actuó en febrero de 2020, el show con mayor audiencia que dio en su vida, y que fue histórico porque por primera vez una artista latina llegaba a este escenario. En realidad, dos artistas: de ese medio tiempo, un medio tiempo (otra vez la polisemia del título) fue para Shakira. La producción pensó que se necesitaban dos latinas para cubrir el espacio que tradicionalmente se le ha dado a un solo artista. Como fan de Shakira, amo que hayan compartido este show. La fuerza de ambas uniéndose hizo que fuera uno de los mejores halftime shows de la historia. Pero se entiende el punto de Jenny: ¿cómo sintetizar veinte años de hits en solo seis minutos? 

Les dan un medio tiempo, ellas lo dan todo 

Ver la preparación de esos seis minutos es lo más fascinante de Halftime: la producción musical, la coreografía milimétrica, las horas de entrenamiento, la elaboración del mensaje de unión que quería transmitir. Es cautivante cómo JLo LIDERA a su equipo artístico y negocia con los productores. O cómo canta junto a su hija (esos genes realmente te dan nervios de acero para enfrentar una audiencia planetaria, ¿eh?). O motivando a las niñas que cantaron y bailaron junto a ella “Let’s Get Loud”. Confieso que también di un grito de emoción al presenciar la llamada telefónica con Shakira, ambas poniéndose de acuerdo con la dinámica del show. Y después verlas ensayar juntas los caderazos finales (hablemos de CADERAS QUE NO MIENTEN). 

La previa del Superbowl ya es suficiente para ver de primera mano lo trabajadora, talentosa y determinada que es Jennifer. Pero si faltaba algo para reverenciarla, en ese comienzo de 2020 la artista no solo estaba preparando el show de su vida; también estaba en campaña para su primera nominación al Oscar por su papel en Hustlers. El documental va y viene entre estos dos eventos: termina un ensayo a la noche, se prueba vestidos para los Golden Globes a la mañana. Finalmente, la nominación al Oscar no llegó. Es imposible no sentir la desilusión junto a ella (imaginen lo que habría sido cantar en el Superbowl y al fin de semana siguiente ir a los Oscars). Aunque esa parte del film no es tan atrapante, da para pensar en el tratamiento injusto que la prensa ha hecho de esta artista. JLo iene una treintena de películas exitosas en su haber, es una empresaria millonaria, una de las cantantes más reconocidas en el mundo, y aún siente que no es respetada en la industria.

Algo que probar

Y es que como mujer y latina, Jennifer Lopez siempre ha tenido «algo que probar». Este trasfondo hace que la dimensión política de Halftime (su necesidad de “hacer algo” ante el segregacionismo de Trump) resuene más, aunque por momentos se sienta un poquitín forzada. Claramente, las secciones donde JLo da su testimonio están preparadas; al fin y al cabo, es una actriz. Pero su historia como hija de inmigrantes portorriqueños de orígenes humildes, que se muestra brevemente en una de las secciones más potentes del film, realmente te hacen creer en su convicción. Sobre todo cuando no acepta que no le dejen poner jaulas en su show como protesta ante las jaulas de Trump.

Ese mensaje explícito de Halftime se corona con su presentación en la asunción de Biden. Pero el mensaje más valioso del film es la propia JLo, dando todo en esta etapa de su vida. En una sociedad donde nos enseñan que las mujeres deben ser eternamente jóvenes y que no hay mucho más para dar después de los 30; ver a JLo en su pico de plenitud a los 50 años es empoderante. 

Mar Paysse

Soy cantante, comunicadora y fan del pop de los 90s.

De Uruguay.

Me encuentran en Instagram como @marcadaporlos90.