De la caída al Hundimiento
Aún existen, pero bajo un orden no estricto
Hoy, recordamos una película con la mejor interpretación, probablemente, de un Adolf Hitler en sus últimos momentos, llevada al clímax, por Bruno Ganz.
Der Untergang o El Hundimiento es una película alemana de orígen alemán, que nos sumerge en el más álgido momento en la caída de Adolf Hitler.
Vencedores vencidos
Este enorme y cruento drama bélico nos relata acerca del histórico hundimiento del mayor genocida en la historia de la humanidad y el Tercer Reich. La gran parte de esta obra sublime, se desarrolla en buena parte, en el recordado búnker donde Hitler, sus próximos y mayores allegados, se refugiaron hasta el final de las batallas en Berlín, Alemania.
Todo inicia con la pre-selección de diversas mujeres alemanas postulándose para el cargo de secretaria personal del Führer y su elegida, la jóven Traudl Junge, de tan solo 22 años. En un gran salto temporal que nos remonta a 3 años posteriores, las tropas alemanas se alertan por la aproximación de los soldados rusos quienes se encontraban cercanos, a 12 km, de la ciudad de Berlín.
Todos sabían acerca de los temblores y su deterioro progresivo, a lo que el propio Hitler, con el mal humor característico, sólo quería festejar su cumpleaños. Todo en un contexto de disociarse y minimizar una posible solución diplomática. Tan sólo pretendía poner en práctica la política de quema y destrucción previo a la llegada de los aliados. Tiempo después, Eva Braun planea celebrar una fiesta que concluye rapidamente a raíz de los bombardeos. Un oficial de alto rango planea reunirse a espaldas del Führer con un general norteamericano para negociar la paz. El ayudante personal del oficial alemán le advierte que eso significaba traición.
Berlín se cae a pedazos y Hitler se encuentra con Goebbels analizando las divisiones militares que poseen. Los generales se oponen ante la decisión de Adolf, y saben que ya están acabados. Allí aparece la histórica escena fílmica. Hitler echando a casi todos de su búnker entre gritos. Hitler prefiere el suicidio a la rendición. Entre formas y debate sobre cómo quitarse la vida, Eva Braun, Adolf y sus hijas, ponderan posibilidades.
Ya no hay apoyo aéreo, los rusos cortaron las comunicaciones y no llegan municiones al ejército nazi. Las tropas enemigas se encuentran a tan sólo 400 metros de Cancillería. Él, sabe que ya no hay vuelta atrás. Entre soldados desertores, cenas familiares y un encierro por días y días de miseria para el mandamás nazi, Hitler mantiene su orgullo y decide no rendirse.
Despedidas, suicidios en masa, intentos de escapatoria y entregarse al ejército estadounidense fallidos gracias al Ejército Rojo, concluyen en aquel 2 de mayo y la rendición alemana, inminente. Luego del anuncio de la rendición, civiles sobrevivientes en Berlín, logran escapar. Es el comienza del fin. Desapariciones, muertes y uno de los seres humanos más recordado por los tiempos de los tiempos.
De Suiza a Alemania, excelencia pura
El recordado protagonista y actor Bruno Ganz impartió clase y una pesada herencia a todo Hitler próximo, interpretado en cualquier contenido audiovisual en la historia. En un papel de los más recordados de la historia del cine, este tipo me llegó a lo más profundo de mis pensamientos.
Reflexión
Historia para conocer, y, aprendizaje, para no remontarnos a un lugar donde ya no queremos estar. No a los discursos de odio. Sí a la diversidad cultural.
¿Qué hubiera pasado si Ned Stark no era decapitado?