5 motivos para ver El niño y la Garza
Antes que nada, es importante aclarar que hay mucho más que 5 motivos para ver esta película, pero estos son los que creí más relevantes.
El adiós
Es sabido que Hayao Miyazaki dirá adiós al mundo del cine, convirtiendo a El niño y la Garza en su última película. Si disfrutaste Mi vecino Totoro, El viaje de Chihiro, La Princesa Mononoke o cualquiera de las películas de la compañía, ir a cerrar un ciclo con este estreno es movilizador y recomendable. La historia logra capturar la esencia del estudio siendo un final perfecto para Miyasaki.
La historia
Más allá de lo interesante que es la historia desde el minuto uno por el camino narrativo que elije, las virtudes que tiene está película son numerosas. Por dónde la mires, solo hay aciertos.
Con matices marcados al estilo de Alicia en el país de las maravillas y similitudes más claras con Chihiro, pasando por el interés desmedido por saber para donde va a ir la historia que genera desde el primer minuto -al nivel de aguantar las ganas de ir al baño durante una hora y media-, está película te envuelve y no te suelta hasta el final.
El niño y la garza es una película genuinamente emocionante y emotiva, atractiva visual y argumentalmente, sensible y (a la vez) entretenida.
Su polifuncionalidad
A pesar de una duración mayor a otras películas del estudio, me parece que su carácter ágil -no por eso ligero- hace que sea una buena película para ver si te es ajeno el Estudio Ghibli. Sin embargo, en contraposición, tanto por cronología como por la esencia tan ligada a muchas películas del estudio que logra sintetizar, genera que sea una gran pieza para culminar si sos un seguidor de las películas de Miyazaki. Sea como sea, seguramente disfrutes está película.
El reconocimiento
En una actualidad dónde la animación está siendo tan relevante y competitiva, El niño y la garza logra destacar. Quizás el adiós de Miyazaki influye en el enamoramiento de alguno, pero la película tiene mérito propio para ganarse ese cariño.
¿La película más Ghibli?
Es raro sacar el Ghibliometro, pero El Niño y la Garza tiene todo lo que enaltece las películas del estudio Ghibli.
Una trama entretenida, espiritual, misteriosa, fantasiosa; pero de alguna manera real, rica en recursos, con alma, genuina y ambiciosa. Querer abarcar todo eso puede salir muy bien o muy mal, en este caso superó las expectativas. Quizás no sea la mejor película del estudio ni de Miyasaki, pero; en mi humilde opinión, es la película más espiritualmente conectada al propio estudio.
