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¿Y si dejamos de lado el tabú?: Pleasure y el cine para adultos

Hoy en día, el cine para adultos sigue siendo un tabú por muchos motivos en gran parte de nuestra sociedad. Sin embargo, ya no se muestra como algo que se tenga que ocultar en muchas películas y genera, al mismo tiempo, mucho material para hablar de esta industria que tan bien factura.
Durante el 2021 y el 2022, se estrenaron varias películas que dialogan con el cine para adultos, todas con diferentes visiones de este mundo y situadas en contextos completamente diferentes, entre ellas: Red Rocket (2021), dirigida por Sean Baker, X (2022), dirigida por Ti West, y Pleasure (2021), dirigida por Ninja Thyberg.

 

Hoy, nos toca hablar de Pleasure, película que formó parte del Festival de Cannes en 2020.

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Pleasure y el cine para adultos

Acá vemos a Bella Cherry, de nacionalidad sueca, que viaja a EEUU a probar suerte como actriz de la industria para adultos. Bella, en todo momento, se muestra con ganas de crecer dentro de ese mundo ya que es algo que siempre le llamó la atención. Su roomie, quien también trabaja en la industria desde hace un tiempo, la ayuda como su «coach» para que pueda mejorar la performance en sus escenas. A lo largo de la película, vemos todo lo que le pasa a Bella dentro de la industria, lo que es capaz de hacer para crecer y lo que no.

En muchos aspectos, resulta “simpático” observar el detrás de escenas de estas producciones, (que creo yo que no acostumbramos a mirar), por lo que fluye muy bien a través de “guiños” contundentes a los “típicos” videos que vemos.
Por momentos, la película nos hace ver como espectadores que “no es lo suyo” o que no sabe en dónde se está metiendo, pero se juega continuamente con su inocencia y sus ganas de convertirse en una estrella hardcore.

 

Dejemos de lado el tabú…

Pleasure, exhibe un universo «triple x» bien interesante: ¿cómo es que la industria del cine para adultos establece sus contratos con las jóvenes? Acá observamos una industria que en términos legales no imaginábamos, de hecho, creo que más de uno se puede sorprender al ver la seriedad con la que se firman los contratos. Sí. Digo sorprender porque sé que no sabemos nada de este mundo y que no se habla mucho tampoco del tema. Asimismo, en el comienzo de la película, vemos a Bella nerviosa por su primer video y observamos un trato cordial e “ideal” (en muchos aspectos) por parte de quienes trabajan en estas producciones. En mi opinión, todo esto llama la atención porque no lo conocemos ni lo imaginamos, está fuera del mundo en el que vivimos y está pidiendo ser parte.

Resulta interesante lo tridimensional que se muestra este mundo ficticio del «porno» porque vemos cosas de todo tipo: Bella se enfrenta a situaciones muy extremas. Vas a ver una escena fuerte y su “detrás de cámara” que es aún peor, pero destaco que el enfoque es tan correcto que nada parece burdo o “de más”, al contrario de lo que cualquiera podría creer leyendo el argumento.
En muchas ocasiones, viene a sacarnos de los lugares más comunes o vistos, nos muestra a alguien que elije ese trabajo y no que lo hace por necesidad, contrario a lo que muchos podrían pensar, observamos a alguien con ganas de crecer y aprender de los demás.

Por otra parte, las texturas de la película son muy bellas porque van de lo superficial y animal, a lo sentimental y complejo de su personalidad. No solamente es la historia de una chica que quiere triunfar haciendo videos y producciones pornográficas, sino que también la seguimos en su etapa de inmigrante con todo lo que esto conlleva: su familia, su país y su cultura, en contraposición a lo que es Estados Unidos.

Como su título indica, la película nos invita a reflexionar acerca del placer: ¿cuándo se alcanza? ¿hasta dónde somos capaces de llegar para alcanzarlo? ¿qué tan placentero es querer alcanzarlo?
Pleasure nos adentra en un mundo que es popularmente visto pero popularmente escondido. Reflexionamos acerca de cómo es que se viven estas profesiones y básicamente encontramos que, en casos como el de Bella, existen similitudes con los trabajadores de cualquier rubro y de cualquier empresa En este sentido, podemos ver que el problema no es el rubro en el que trabajamos sino el sistema en el que vivimos y lo que tenemos que hacer para sobrevivir en él.

 

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