Review de la temporada 5 de Aggretsuko
Sanrio es la compañía conocida por darnos personajes icónicos como Hello Kitty, pero en 2018 decidió aliarse con Netflix para lanzar globalmente Aggretsuko, un anime que sigue a una panda roja que debe hacer frente al día a día de una empresa corporativa dónde se enfrenta a conflictos típicos de la juventud japonesa. Jefes que no valoran su trabajo, problemas económicos y la búsqueda de una pareja con la que finalmente casarse generando que descargue el estrés de una manera particular: El death metal.
Aggretsuko y la juventud
Si hay algo con lo que la serie nos conquistó es su retrato fiel a las problemáticas comunes de los jóvenes, no solamente de japón si no de todo el mundo, con un toque de humor logra hacer un comentario sobre las condiciones laborales y las presiones sociales con las que la generación actual convive.
En la quinta temporada vemos la consecuencias que tienen para los jóvenes los fracasos laborales y cómo el pilar fundamental de nuestras vidas puede ser el trabajo, llegando a situaciones en las que un despido o la falta de crecimiento debido al contexto mundial en el que nos encontramos nos afectan no solamente en lo monetario sino también en lo emocional.
Esa visión del mundo en la que nos sentimos sin progreso personal puede llevar a que muchos jóvenes caigan en situaciones de angustia o frustración, tal cómo Haida lo sufre en esta temporada buscando cómo escape los videojuegos.
Cuando el escape se vuelve una cárcel
No es una novedad que una persona puede generar una adicción a cualquier estímulo, pero actualmente, sobre todo en el sector asiático se están notando unos valores alarmantes de ludopatía debido a la gran cantidad de estrategias que las empresas usan para que se genere un gasto constante en los videojuegos para conseguir recompensas virtuales, ya sea un auento de probabilidad o un estímulo visual.
Haida en esta temporada gasta casi la totalidad de sus ahorros en un videojuego debido a la frustración de la perdida de su trabajo por las consecuencias de la temporada anterior. La serie hace una trabajo muy bueno visibilizando esta problematica, pero también dándo una solución al mismo: El acompañamiento de tu círculo cercano y la búsqueda de ayuda.
En un principio Retsuko busca intentar castigarlo por su conducta, pero se da cuenta que no sirve de nada dejar a una persona vulnerable ante la constante tentación de su adicción, por lo que interviene en su vida intentando ayudarlo a recuperarse.
La política: ¿Sirve tomar cartas en el asunto?
Otra arista que la serie logra abordar, aunque de una manera bastante apresurada y en muy pocos capítulos es cómo Aggretsuko cuestiona a los líderes políticos de la actualidad que no tiene ninguna preocupación por las problemática del sector joven, dándole importancia únicamente a la sección del electorado dónde se encuentra la mayor cantidad de votos.
Después de que Haida haya enfrentado las consecuencia de un país y toque de cerca el cómo la política se encuentra contaminada por gente cuyo único objetivo es perpetuar el poder a lo largo del tiempo, ayuda a Retsuko en una campaña política dónde la pareja va a buscar incentivar a los jóvenes en que hagan valer su potencial, tomar cartas en el asunto y apuntar hacia un cambio social.
La temporada logra cuestionar constantemente si tomar el riesgo de involucrarse y dejar la conformidad vale la pena en pos de romper esa perpetuidad del poder, teniendo consecuencias macabras e inimaginables para ambos, demostrando que aunque sea difícil, siempre va a valer la pena intentar generar un cambio por más chico que sea.
¿Qué me pareció?
Personalmente creo que la quinta temporada de Aggretsuko logra encapsular el tema que la serie quiere comentar desde su inicio, con un toque de humor demuestra la realidad de los jóvenes que se sienten estancados por la realidad que viven.
La búsqueda constante de la felicidad mientras se lucha por las presiones laborales y sociales que nuestras familias, las cuales vivieron una juventud distinta a la nuestra, nos imponen.
Ahora que la serie finalizó no voy a dejar de recomendarla porque es el ejemplo perfecto de la magia de la animación: Bajo una premisa graciosa y sin sentido logra tocar la cantidad de temas justos para dar lugar a reflexión y el retrato del mundo en el que vivimos.
Hablo mucho, se poco. Me gusta más la animación que vivir. Tengo una relación de amor/odio con Disney.