Oppenheimer: como Christopher Nolan transformó una biopic en un thriller
La nueva película del director Christopher Nolan llegó a los cines el pasado 20 de julio y promete convertirse en uno de los estrenos más importantes del año.
El aclamado director Christopher Nolan vuelve al cine luego de romper lazos con el estudio Warner Bros tras 20 años de colaboración. Esta vez y de la mano de Universal Studios, nos trae Oppenheimer, película sobre la figura de J. Robert Oppenheimer, físico nuclear que lideró el proyecto Manhattan y la construcción de la bomba atómica.
Tras meses de espera alimentados un marketing muy particular, Oppenheimer llegó para responder todas aquellas dudas que podrían tener los entusiastas del director sobre como lograría mantener una película tan extensa y grabada para IMAX con escenas de un diálogo tan técnico y denso. Pero resulta interesante que un director como Nolan, reconocido mundialmente por sus grandes películas como Interstellar (2014) o Inception (2010), decide dar un paso atrás y resaltar una historia tan masiva a través de los ojos de su protagonista, logrando una mirada más intimista de un suceso de magnitud global.
Si bien se trata de una película llevada completamente por el diálogo, logra atrapar al espectador de una forma similar a la exitosa The Social Network (2010) donde se nos lleva por un paseo por un campo tan complicado como el de la física. Y es que entender el cómo se hace no es la clave de la película; el guion considera más importante llevarnos a entender lo que llevó a la creación de este tipo de arma y las consecuencias que provocó tanto en la historia como en la persona encargada de la misma.
Un thriller disfrazado de Biopic
En sus 3 horas de duración, recorremos 20 años fundamentales en la vida de Oppenheimer para entender la creación de la bomba atómica y sus consecuencias. Como no podía ser de otra manera, Nolan nos presenta un guion lleno de Flashbacks a su vez que mezcla dos líneas temporales principales, la de Lewis Strauss en blanco y negro, y la de Oppenheimer a color, donde se va construyendo el relato con fragmentos de distintos tiempos, muy bien identificados gracias a la caracterización de los personajes.
Con este elemento ya implementado en Dunkirk (2017), el director y guionista logra perfeccionar el recurso del manejo del tiempo para hacer una historia fácil de seguir y con el refuerzo de un sentimiento de que esta construida por hechos verídicos, a pesar de que sean los personajes lo encargados de contarlo. Son características como esa la que permite que la película abandone la etiqueta de Biopic para adentrarse más en lo conocido como un thriller, donde la historia va a contra reloj, al igual que en la trama de la guerra armamentística contra Alemania.
Un gran elenco
Lejos de excusar al padre de la bomba atómica, Oppenheimer retrata a un apasionado de la ciencia que se ve impulsado a lograr la invención del siglo y que, al momento de entender sus consecuencias, ya es tarde para parar. Una de las razones por las que funciona el film es gracias a un protagónico cautivante de Cillian Murphy, quien logra una interpretación tenue que le aporta matices a un hombre cuyos defectos brillan más que sus virtudes y que ha quedado grabado en la historia como el padre de la bomba atómica. El entusiasmo convertido en arrepentimiento, la duda y el peligro que logra expresar Murphy en su performance convierten a este en uno de los mejores trabajos de su carrera.
Sin embargo, la película no podría sobrevivir sin un elenco completo que de lo mejor de si, como es en el caso de Robert Downey Jr. Tras 10 años de interpretar a Iron Man, volvió a la pantalla grande con un papel particular, interpretando a Lewis Strauss, principal adversario político de Oppenheimer. El actor logra dar vida a un personaje que tiene un lugar fundamental en el relato y que brilla aún más gracias a su energética interpretación digna de una nominación a la temporada de premios.
En el apartado femenino, Emily Blunt con su poco tiempo en pantalla, logra cautivar a la audiencia y trasmitir la totalidad de su personaje con pocas líneas de diálogo y logrando un arco argumental interesante; mientras que Florence Pugh, si bien tiene tan solo un par de escenas y se roba la cámara en cada una de ellas, no logra darle un cierre al personaje debido al guion del largometraje, quedando más como un cameo importante y no un protagónico como se esperaba previo al estreno.
Dominio sobre lo técnico
Christopher Nolan nos tiene acostumbrados a la excelencia en cuanto a los aspectos técnicos de sus películas, y Oppenheimer no es la excepción. Con un juego entre diferentes líneas temporales representadas gracias al blanco y negro y una diferencia en la relación de aspecto, Nolan logra dominar la temporalidad del relato tanto en el guion como en la cámara. Si bien se utiliza cámaras IMAX, son aprovechadas de una forma diferente a la típica acción que se prepara para estas salas de cine. Nolan aprovecha la figura de su protagonista para explorar un lado más íntimo, centrándose en planos cerrados de sus personajes más que en mostrarnos la magnitud de ciertos objetos o lugares propios de la historia.
Esto acompañado por la banda sonora de Ludwig Goransson que logra crear una expectativa a medida que crece el film hacia el momento central del mismo, es lo que le da a la película cierto aire a un thriller clásico. La sensación de la falta de tiempo invade desde el primer minuto y continúa hasta el final de la tercer hora dejando ciertos descansos para el espectador.
Conclusión
Si bien la película sobresale por sus aspectos positivos, no sería justo para mi tratarla de perfecta. No puedo considerarla que sea para todo tipo de público, pues las películas que se basan en diálogos intensos no son fáciles de seguir para mucha gente. Además, entre pequeñas cosas que no terminaron de fascinarme, sentí un exceso de musicalización en partes donde no lo requería. Más allá de eso, se la recomendaría a muchísimas personas y, en lo posible, volvería a verla en la pantalla grande del cine, donde realmente se puede sentir, no solo la sensación de la bomba, sino para volver a sentir el ritmo frenético que maneja de forma espectacular.
Disponible en Cines
Tráiler
Estudiante de Comunicación Audiovisual y fan del cine
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