
Reseña de «LA SEMILLA DEL FRUTO SAGRADO»
Nominada a mejor película extranjera en los Oscar 2025.

La semilla del fruto sagrado es una película cuya dirección está en manos de Mohammad Rasoulof, cineasta iraní independiente. Esta historia destaca inicialmente por el mensaje que carga en sus minutos de desarrollo.
Para comenzar, pienso subjetivamente bajo mi percepción que no es una película para todos por dos motivos sustanciales. Como primer motivo tenemos la duración, este film tiene una duración de 2 horas con 47 minutos, una duración excesiva para mí gusto, ya que el mensaje de esta película se siente fuerte y claro desde su medio desarrollo.
De la mano con la duración tenemos el desarrollo, la semilla del fruto sagrado es de esas películas que tienen un desarrollo lento y de cocción pausada, por lo cual para aquellos espectadores que no simpatizan con este tipo de historias, puede resultarles pesada y larga.
Comentando un poco el contenido dentro de la historia de esta película, es una historia cargada de simbolismo, muy cruda ya que su intención y motivación principal es dar una crítica social a las expresiones de represión y violencia en Irán.

Como reflejo de toda sociedad, la historia nos sumerge en el presente de una familia iraní que se siente expuesta con el acenso del padre de familia al puesto de Juez en Teherán.
Junto con el peso del nuevo cargo político y las protestas callejeras turbulentas por la libertad, la familia se ve envuelta en climas de desconfianza las cuales poco a poco nos va revelando la dinámica familiar, cuyo centro de funcionamiento es la represión de la figura femenina y la violencia en todos sus sentidos.
Hablando desde el aspecto visual, esta película utiliza la sencillez y el minimalismo como recurso cinematográfico, despojando los elementos sobrantes, reduciéndolos a reflejar únicamente lo esencial para el desarrollo de la trama con el núcleo familiar como principal herramienta de relato.
Es así como se conforma una película interesante ya que es una critica social que refleja una dura realidad, sin sentirse como un documental informativo para los espectadores.
Es completamente acertada la nominación a los premios Oscar 2025, ya que eso hace sentir valorado el producto final con la historia como premisa de interés y problematización ante la realidad que se cuenta y expone.

