Juicio al diablo: el perturbador documental de Netflix, basado en uno de los casos de los expedientes Warren
En este documental se investigan los hechos que inspiraron a la tercera parte de la franquicia «El conjuro 3: el diablo me obligó hacerlo».
Es la primera vez en la historia del sistema judicial de los Estados Unidos, que solo en una ocasión se ha usado la posesión demoniaca como defensa en un juicio por asesinato. En «Juicio al Diablo», Netflix pone relatos de primera mano y grabaciones reales de lo sucedido con la familia Glatzel. Siendo Arne Cheyenne Johnson y David Glatzel los protagonistas de una posesión demoniaca.
Arne Cheyenne Johnson, un joven de 19 años decide mudarse a la casa de su novia Debbie, la cual tenía un hermano llamado David. Tras haberse mudado, su hermano empieza a tener varios acontecimientos paranormales y dice que es acosado por algo completamente desconocido en el mundo de los vivos.
La familia Glatzel era muy católica y al notar que algo no andaba bien con David recurren a la iglesia y a los demonólogos Ed y Lorraine Warren.
Los Warren, al juntar todas las grabaciones como evidencia, la iglesia les autoriza el exorcismo. En pleno ritual Arne lo agarra a David, lo mira a los ojos y grita con todas sus fuerzas «déjalo en paz y tómame a mi». Pensaron que se había terminado, pero lo que no sabían es que el diablo se había apoderado del cuerpo de Arne, el cual lo lleva a asesinar a Alan Bono, el Jefe de su pareja.
Martin Minnella, abogado defensor de Johnson, presentó una declaración de no culpabilidad basada de una posesión demoniaca. El juez Robert Callahon rechazó la táctica, ya que tales afirmaciones no podían demostrar científicamente u objetivamente con pruebas.
El 24 de noviembre de 1981 Arne Cheyenne Johnson fue hallado culpable por homicidio en primer grado. Si bien recibió una condena de entre 10 y 20 años de prisión, fue liberado a los 5 años por gracias a su buena conducta.
Te dejamos el tráiler de «Juicio al Diablo», el documental disponible en Netflix
