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Gran Turismo: La delgada línea entre jugar con la nostalgia y la comodidad [Reseña]

La adaptación de los videojuegos al cine ha sido una tendencia en los últimos años, y Gran Turismo: De jugador a corredor no podía ser la excepción. Este jueves se estrenó la película despertando la incertidumbre del público gaming ¿Vale la pena ir a verla?

La película de Gran Turismo, tiene una premisa interesante, la historia real de Jann Mardenborough, quién se convirtió de un simple corredor de auto en un videojuego a ser un piloto de carreras exitoso surgido en la GT Academy. Con esto el director Neill Blomkamp no solo logra captar a los gamers del juego, sino al público que no esta climatizado con la franquicia.

La trama principal

El director se sitúa en un territorio neutral, donde busca entretener de manera fácil y sin complicaciones al público adolescente pero principalmente llevar a los gamers a la nostalgia, con el juego que arrancó en el año 1997.

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Nuestro actor principal Archie Madekwe, fue el seleccionado para interpretar a «Mardenborough» en la película, la apariencia física con el personaje de la vida real es notable y el actor ingles demuestra su habilidad para cumplir con las emociones de film. Esto también se logra gracias a David Harbour, quien interpreta a «Jack Salter» como ingeniero y jefe de equipo del británico, es el típico hombre que se demuestra como alguien extremadamente malhumorado y exigente pero a la vez con bondad hacía los suyos como es habitual verlo en el mundo automovilístico como lo era Juan María Traverso o mismo en otras películas de autos como Cars con «Doc Hudson«.

La historia del adolescente que quiere luchar por su sueño contra la estigmatización social/familiar funciona, pero el film se pierde a la hora de rendirle tributo a Gran Turismo con sus easter-eggs y pierde momentos claves como la lucha en las distintas competencias. Cuando el director te va llevando de la silla gamer y su típico volante dentro de una habitación a la carrera real y estas entrando en clima de ver una batalla en la pista, se termina la acción y esto hace perder ritmo. A la hora de pasar a los conflictos fuera de los autos la película flaquea con una historia de amor mal contada y también nos hace pasear a distintas partes del mundo sin poder un hilo enganchado a la historia principal.


¿Es una mala película Gran Turismo o vale la pena ir a verla?

Para nada es una mala película, está llena de referencias al juego que el público familiarizado saldrá satisfecho y hasta lagrimeando por el buen hilo conductor que tiene con la franquicia del simulador de carreras, y los demás se van a encontrar con un film pochoclero que para nada es algo malo en este típico de películas. En lo personal, al ser fanático de la franquicia y haberla seguido a través de mis años de la adolescencia, creo que se pudo llevar un escalón más arriba.

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