Deadpool y Wolverine: una alianza explosiva que puede arruinar Marvel
El próximo jueves 25 de Julio llega a cines argentinos la esperada secuela de Deadpool, donde el amado personaje conocido por romper las reglas de Marvel, se une al universo junto a Wolverine.
El regreso de Hugh Jackman al género de superhéroes, tras el supuesto final de su personaje Logan junto con la película homónima estrenada 7 años atrás, ha generado una alta expectativa y curiosidad sobre como honrarían su memoria, sin deshacer todo lo previamente creado.
Esta vez y para poder salvar a todos sus seres queridos, Deadpool deberá buscar a un Wolverine que pueda ayudarlo a reparar su universo, antes de que sea demasiado tarde.
Esta reseña NO TIENE SPOILERS de la película.
El Estilo de las películas de Deadpool
No es un secreto que Ryan Reynolds se convirtió en uno de los actores más amados desde su interpretación en la primer entrega de Deadpool que llegó a los cines en 2016, presentando una idea fresca y disruptiva a comparación de las películas de Marvel de la época. Y tras una larga espera y la compra de Fox por parte de Disney, por fin la tercer entrega llega a los cines, entusiasmando no solo a los espectadores sino a los más fanáticos de los X-Men.
Con una secuencia inicial que caracteriza a la saga, se nos introduce la aventura que vivirá nuestro protagonista, a través de canciones populares, peleas a cámara lenta y mucha, pero mucha sangre. Lo cierto es que, a través de sus entregas, la saga de Deadpool se ha caracterizado por romper la cuarta pared, burlándose no solo de otros personajes de Marvel, sino de los mismos creadores y productores de la película, logrando una conexión con el publico que resulta casi única hoy en día. Y en esta entrega, la misma alcanza un nuevo limite, metiéndose no solo con Disney, sino también con el pasado de sus personajes, logrando que la audiencia estalle de risa en la sala.
Una película creada para fanáticos
Si bien es cierto que este tipo de películas llegan a una audiencia más masiva, los creadores del film tuvieron en cuenta a los seguidores mas dedicados al universo Marvel al momento de escribir tanto la historia como las sorpresas que trae la misma; desde chistes internos, referencias a otras películas o momentos de la cultura pop, hasta la interacción de los mismos protagonistas.
Hay que tener en cuenta el recurrente pecado que comete Marvel, para poder ver una de sus películas se debe tener al día la «tarea»: ver temporadas completas de ciertas series, tener en cuenta películas que están dentro y fuera del UCM y saber un poco sobre los personajes del comic, para poder disfrutar al máximo la cinta. Este no es el caso con Deadpool y Wolverine: si bien existen muchas referencias a comics y cameos que fueron hechos para los conocedores del cine de superhéroes en general, lo cierto es que es completamente disfrutable y entendible sin necesidad de terminar esa serie que empezó hace 3 años y es exclusiva de Disney
La nostalgia no salva al género
Con un fenómeno analizable y comparable a aquel visto con el estreno de Spider-Man: No Way Home en el año 2021, Deadpool y Wolverine juegan con la resurrección de un heroe tan amado y que a la vez tiene mucha historia en la pantalla grande. Honrando el trabajo anterior de Hugh Jackman, la película se permite jugar con el sin perder su esencia y que, en el momento de un desenlace dramático, se le pueda dar una nueva redención a su arco de personaje.
Entre los protagonistas se crea un vinculo y una química palpable, donde cada escena entre ellos se torna divertida, destacando especialmente sus peleas. Pero esto mismo puede jugarle en contra, no a la película, sino al genero de superhéroes en general. Son contadas las oportunidades donde la relación de los personajes es tan buena en pantalla, y si bien en Deadpool y Wolverine utilizaron la memoria de este ultimo personaje, en mi opinión, de una forma muy orgánica a diferencia de la entrega de No Way Home, temo que este ejemplo se intente replicar con otros personajes, donde la construcción de los mismos se de por sentado y simplemente se busque atacar los recuerdos del personaje para generar algo en el espectador.
La falta de compromiso con lo visual
No seria honesto de mi parte ignorar el hecho de que, actualmente, las películas de Marvel y Disney cuentan con algunos de los presupuestos más elevados en la historia de la industria, por lo que uno esperaría que el estándar de sus producciones sea alto. Pero nuevamente, en Deadpool & Wolverine caemos en un film sin ningún tipo de búsqueda estética, mas que imitar algunos pocos planos de historietas para que los mismos sean luego subidos a internet fuera del contexto de la película. La dirección de Shawn Levy me parece correcta, en especial fuera de las escenas de pelea, pero en las mismas siento que no se arriesga a mostrarnos de forma interesante lo que esta ocurriendo. Haciendo una leve comparación, en Deadpool (2016) la escena dentro del auto es una de las más recordadas por los fanáticos, en parte por como esta colocada la cámara, pero si nos centramos en la pelea de Deadpool y Wolverine de la nueva entrega, la misma resulta interesante por varios aspectos, pero no especialmente por los técnicos.
Esta es la primer adaptación a la pantalla grande en donde Wolverine utiliza un traje inspirado en su look de los comics, respetando los colores azul y amarillo. Y si bien no resulta en algo que arruine por completo la película, en muchas ocasiones, la falta de diseño estético de la película en cuanto a sus colores, escenarios y locaciones, hicieron que por momentos, ambos superhéroes me resulten completamente fuera de lugar.
Recordemos que, en una de las primeras escenas que salieron en los trailers (sin spoilers) transcurre en una locación construida exclusivamente para la película, para terminar viéndose como si se tratase de un fondo con CGI.
Una película disfrutable, pero no destacable
Lejos de parecerme una mala cinta, lo cierto es que mi experiencia viendo Deadpool y Wolverine fue muy positiva. Una sala que se reía conmigo, aplaudía y la pasaba bien fue todo lo que podría pedir. Pero la realidad es que, siendo objetiva, no se destaca dentro de las mejores películas de Marvel, ni de las de Deadpool.
Creo que este film es una gran experiencia en pantalla grande, siendo muy entretenida, con grandes momentos de los personajes que se encuentran muy bien musicalizados, pero que a la hora de querer hacer un análisis un poco mas profundo, queda corta en cuando a sus recursos. Siempre que salgo de ver algo de Marvel me pregunto, ¿A dónde va todo ese dinero del presupuesto? ya que pudiendo crear algo no solo entretenido, sino que honre y tome lo mejor del mundo del cómic, deciden simplemente fabricar una historia que entretenga al espectador, pero que no tenga valor artístico.
Puntuación 3,5/5
Estudiante de Comunicación Audiovisual y fan del cine