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«Con todos menos contigo»: una bocanada de aire para las romcoms

En esta nueva comedia romántica, se presenta la historia de Bea (Sydney Sweeney) y Ben (Glen Powell), dos jóvenes que se conocen y tienen una cita que termina mal. Tiempo más tarde, se verán obligados a compartir un fin de semana en Australia porque deben asistir a una boda y allí, tendrán que fingir que se llevan bien (incluso que se sienten atraídos). Ese será el puntapié para un sinfín de situaciones donde la comedia y la conquista estarán a la orden del día.

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Dirigida por Will Gluck, «Con todos menos contigo» propone una historia donde el famoso «chico conoce chica» sale mal, o al menos eso parece. Recurre a muchos de los viejos clichés del género, pero los utiliza de forma acertada y dentro del código que establece la película.

La química entre los protagonistas es uno de los puntos más fuertes del film, quienes logran generar ese clima de «enemies to lovers», uno de los más utilizados en las comedias románticas. En este sentido, es entretenida, y sin demasiados giros o subtramas pretenciosas.

Otro de los puntos a destacar, son los personajes de reparto quienes aportan gags y situaciones que ayudan al avance de la trama. En ese sentido, merece una mención aparte la participación de Dermot Mulroney y Rachel Griffiths, quienes interpretan a los padres de Bea y son dos actores que participaron en una de las películas románticas más emblemáticas: «La boda de mi mejor amigo».

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La película navega de forma superficial algunas cuestiones como las presiones familiares y la sensación de ¿y ahora qué hago? en aquellos que se acercan a los 30, pero no se mete en profundidad con temas existencialistas, siendo el foco de la película este complejo vínculo de amor-odio entre los protagonistas.

De esta manera, «Con todos menos contigo», definitivamente es una película para divertirse y volver a creer en las romcoms. Y por qué no, para volver a creer en que todavía se pueden hacer comedias románticas exitosas y que revitalicen el género.

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