
Reseña de «COMPAÑERA PERFECTA»
Compañera perfecta es sin duda una película completamente sorprendente y que vale la pena apreciar, no solamente por ser una buena historia, con buenos argumentos y dirección, sino también por su mensaje y reflejo de las relaciones tóxicas, la violencia y el control.

“Compañera Perfecta” es una mezcla de ciencia ficción que nos somete en su historia a algunos temas que se vieron antes en otras propuestas del género, en su mayoría están relacionados a la inteligencia artificial o a qué tanta voluntad y libertad debería tener un ser sintético.
No obstante, lo que diferencia a este filme de tantos otros es que también se toma el trabajo de desarrollar una narrativa que sirve como una metáfora para relaciones tóxicas, y más específicamente, para la forma en que hombres sexistas, de poco carisma y que se victimizan constantemente, llegan a tratar a las mujeres que supuestamente tanto aman.
El resultado es una película sólida y entretenida que maneja un buen balance entre lo absurdo y gracioso, y lo tenso y violento. Al comenzar “Compañera Perfecta”, vemos a Iris (Sophie Thatcher, de “El libro de Boba Fett” y “Hereje”) viajando en carro con su novio, el supuestamente bonachón Josh (Jack Quaid, de “The Boys” y “Oppenheimer”) a pasar un fin de semana en una casa de campo en medio de la nada. Al llegar, se encuentran con sus amigos, la pareja de Eli (Harvey Guillén), Patrick (Lukas Gage), la de la cínica Kat (Megan Suri) y el ruso Sergey (Rupert Friend). Al inicio, todo parece estar saliendo bien; los amigos mantienen charlas entre sí, se divierten, toman, bailan… En fin, hacen lo que cualquier grupo de gente joven haría en una situación similar.

Las cosas cambian para mal, sin embargo, cuando al día siguiente Sergey trata de propasarse con Iris, y esta lo asesina con un cuchillo en defensa propia. Es bajo ese contexto que nos enteramos que Iris no es un ser humano común y corriente, sino más bien una robot. Y no cualquier robot; es la robot compañera de Josh, llena de recuerdos falsos y programada para hacer de su supuesto novio su única prioridad.
Conscientes de la gravedad de la situación, los amigos amarran a Iris a una silla, pero cuando esta logra liberarse de sus ataduras y escapa al bosque más cercano, Josh y los demás tendrán que encontrarla antes de que pueda desaparecer para siempre.
Ahora bien, si al leer la sinopsis anterior creen que les revele demasiado de la trama, no desesperen. No incluí nada que no salga en el tráiler, y de hecho, “Compañera Perfecta” cuenta con muchos más giros narrativos interesantes, por lo que incluso si han visto los avances, el filme no debería resultar previsible.
Creo que ahí es donde florece una de las mayores fortalezas de “Compañera Perfecta”: es una película capaz de sorprender constantemente a su público, presentándonos la mayor parte de la historia desde la perspectiva de Iris, un personaje que gradualmente va dándose cuenta de quién es en realidad, conociendo mejor a su supuesta pareja y a sus amigos.

Esta nueva propuesta, Iris es la protagonista para narrarnos una historia sobre relaciones abusivas, hombres que se victimizan, avaricia y control. Por más de que Iris sea un robot, uno llega a empatizar con ella porque es caracterizada como alguien que tiene sentimientos y recuerdos; puede que sean falsos o «parte de su programación» , pero igual la humanizan, haciendo que el espectador se de cuenta que no está viendo a un simple pedazo de plástico.
Y es ahí también, donde racionalizamos uno de los pensamientos más profundos e interesantes de “Compañera Perfecta”; Iris comienza la película SIN saber que es una robot, pero inevitablemente llega a enterarse de la verdad (les juro que no es un gran “spoiler”), y cuando esto sucede, ella misma se da cuenta que ha sido abusada. Que ha sido utilizada como un objeto, porque eso es lo que era para Josh. Un objeto sexual para cumplir sus necesidades, las cuales no podía cubrir con una mujer de verdad.
Fuera de todo lo ya mencionado anteriormente, “Compañera Perfecta” también funciona como un thriller. La narrativa cuenta con varios giros intrigantes y hasta violentos, y la trama se lleva a cabo de tal manera que a uno le cuesta adivinar qué personajes vivirán y cuáles morirán, y de qué manera
Además, “Compañera Perfecta” está dirigida con conciencia del entorno donde se desarrollan dichos problemas, aprovechando al máximo su locación principal —la casa de campo y sus alrededores— y utilizando efectos visuales y especiales muy ocasionalmente para convertir a estos robots en creaciones creíbles y fascinantes.

Las actuaciones también ayudan a que uno se meta de lleno en este mundo. Sophie Thatcher, quien poco a poco se está convirtiendo en una verdadera estrella de Hollywood, eligiendo proyectos interesantes como este o la reciente “Hereje”.
Interpreta a la robot con suficiente humanidad como para que uno empatice con ella, pero por momentos bien robótica como para que quede claro que no es una mujer real. Lleva bien las escenas más intensas y violentas, pero también aquellas que deben convencernos que su amor por Josh es, al menos al inicio, real.
Por su parte, Jack Quaid es convincente como Josh, un tipo que pretende ser bueno y amable, pero que en realidad está lleno de resentimientos y avaricia. Y del reparto secundario, destacan Harvey Guillén como Eli (gracioso, carismático), Lukas Gage como Patrick (un muñeco de torta, prácticamente), Megan Suri como Kat (bastante antipática) y Rupert Friend como el desagradable Sergey.Si piensan ir a ver “Compañera Perfecta”, esto no es terror puro, sino más bien una efectiva mezcla de ciencia ficción, suspenso y hasta algo de comedia. El director Drew Hancock hace un buen trabajo balanceando los diferentes tonos para que uno se tome en serio la historia, pero también para que los momentos de ligereza no se sientan fuera de lugar.

COMENTARIOS PERSONALES:
“Compañera Perfecta” es sin duda una película completamente sorprendente y que vale la pena apreciar, no solamente por ser una buena historia, con buenos argumentos y dirección, sino también por su mensaje y reflejo de las relaciones tóxicas, la violencia y el control.
Se siente al final como un grito de libertad para aquellas personas que logran sobrevivir a relaciones tan enfermizas como la reflejada en la historia, dándole valor a los individuos, no por lo que son, sino por lo que sienten.
Es increíble cómo se logra empatizar con los robots más que con los humanos, llegando a creer que hasta ellos son más inofensivos que un hombre con ambiciones y deseos de control desmedidos. Sin dudarlo es una historia sólida con bases impecables para aquellos que solo quieren ver una buena historia, tanto como para quienes desean ser impactados por un fuerte mensaje.

