«Ana de Armas es Ballerina: la tristeza no es dolor»
Los momentos traumáticos pueden generar diferentes sensaciones, ya sea enojo, dolor, tristeza o ira. El problema surge cuando nos dejamos dominar por nuestras emociones porque marca el camino que tomaremos, aquél que solo el destino sabe.
Ballerina (o Bailarina) es un spin-off de la franquicia de John Wick, y se desarrolla entre los eventos de John Wick: Chapter 3 – Parabellum (2019) y John Wick: Chapter 4 (2023). Dirigida por Len Wiseman y escrita por Shay Hatten y Emerald Fennell. Y, protagonizada por Ana de Armas, Anjelica Huston, Gabriel Byrne, Norman Reedus, Ian McShane y Keanu Reeves.
Una simple caja musical suena al compás de la noche, la pequeña Eve Macarro hipnotizada por la bailarina sueña despierta. Repentinamente, es interrumpida por intrusos que buscaban algo o, mejor dicho, a alguien. Al instante, su padre luchó contra aquellos hombres que lograron someterlo, pero, el amor en muchas ocasiones se convierte en valentía.

“Un antes y un después”
El padre desesperado por salvar a su hija hace lo imposible por evitar que sea contaminada por aquel mundo salvaje. No obstante, la pequeña inocente ya había probado el poder de las armas, por un disparo que provocó y salvo la vida de su padre pero que arrebató su niñez.
La persecución continúa entre los pasillos internos de la mansión situada en aquella Isla, la lluvia infectaba el ambiente y los truenos marcaban la hora. Tiros, gritos y pisadas que daban terror invadían la cabeza de la pequeña y, fue allí, donde todo terminó.
Bajo las gotas en forma de aguja su padre se desplomaba frente a ella, y su sangre coloreaba el vestido de bailarina, aquella que cobraría venganza.

“Frente a la verdad”
El desarrollo del personaje principal no opaco la esencia del “Universo John Wick”, sino que, todo lo contrario, la utilizaron para que tome un ritmo acelerado y lleve a los fanáticos a la acción sin censura. Las armas se ven desde el primer segundo, con una bienvenida trágica a lo John Wick. En este caso, no hablamos de un perro asesinado a golpes que representaba una “esperanza”, sino de una niña que pierde lo más apreciado frente a sus ojos.
Ana de Armas se entrega al personaje con la rudeza que la caracteriza, opacando a su belleza natural. En simples palabras, vemos como pelea y no como se acomoda el pelo.
Winston Scott (el dueño del hotel Continental) es el que la entrega a “La Directora” de Ruska Roma, encargada de suministrarle todos los conocimientos intelectuales y físicos para que pueda ser una depredadora.
Las misiones para ella se vuelven una adicción, donde la sed de sangre nunca se acaba cuando el dolor envuelve tu alma, aquel que la empujó a ser lo que es ahora: una asesina.

“La marca”
Una misión se transforma en una revelación al reconocer el “tatuaje” de uno de los hombres que recién había asesinado. Era parte del clan intruso que mato a su padre y que quería raptarla.
Fue allí donde supo que el destino la ponía a prueba y eligió saber la verdad, es decir, matar a cualquiera que se interponga entre ella y su venganza.
A partir de este punto, el espectador acompaña a la protagonista en su investigación y en su caza sin cese. No hay momentos de descanso, ni cuerpo que aguante tanta acción, pero estamos hablando de una saga que nos enseño que todos mueren, menos el protagonista.
Lo mejor de la película es ver como el dolor de Eve la ciega y pelea contra el leyendario “Baba Yaga”, no obstante, el dolor de los dos se abraza y la tregua tiene un límite de tiempo.
La venganza hace “tic tac”, el tiempo se desploma y lo imposible se hace posible por el dolor, que empuja, pero no traiciona.

Locutora / Actriz de Doblaje / Periodista / Podcasters