Cachetazo a la superficialidad: Triangle of Sadness de Ruben Östlund
¿Qué tan superficiales somos hoy en día? ¿Por qué disfrutamos de los lujos? ¿Por qué nos encanta el «buen» servicio? ¿Nos gusta que nos sirvan? ¿Nos gusta tener el poder? ¿El dinero hace que tengamos poder?
Afortunadamente, tuve la oportunidad de ir al cine a ver Triangle of Sadness.
Seguro lo tenés a Ruben Östlund, el sueco que recibió la ovación de ocho minutos en el Festival de Cannes 2022 y la palma de oro. Sí, el mismo de The Square (2017). Al margen de que no creo que haya relación alguna entre el valor que artístico de un filme y un premio, quisiera destacar el hecho de que en el momento en el que estaba mirando esta película comprendí el por qué de esa ovación.
Sin dudas y luego de exploraciones artísticas como Play (2011), encontró su particularidad como director. Acá vas a ver ese cine que cuestiona los privilegios, los personajes evidencian su inocente crueldad que no es más que una consecuencia de un sistema de jerarquías. Victimas y victimarios. Así como lo hizo con The Square, de algún modo, abordando irónicamente las problemáticas del arte contemporáneo, en Triangle of Sadness señala a quienes aparentan constantemente y sienten poder a través del dinero. Una vez más, ridiculiza a los humanos blancos clase media-alta y no se queda tibio ni por un segundo.
¿De qué va la película?
Triangle of Sadness es ese tipo de filme que no se describe haciendo una simple reseña, pues acá la estética, el tono y la poética, son la esencia.
Sobre la primera parte de la pieza vemos cómo atraviesan distintas situaciones Carl y Yaya, quienes trabajan en el mundo de las apariencias: Carl es modelo y Yaya, instagramer. Luego de ser invitados a un crucero de lujo, comienzan a ser parte de una aventura. Rodeados de elegancia y «buen» servicio, observamos una sucesión de problemáticas planteadas irónicamente y con un humor particular, que devienen en un desenlace inesperado.
¿Por qué Triangle of Sadness?
Es realmente interesante entender el por qué de los títulos en las películas, en este caso, hace referencia al triangulo que se forma cuando fruncimos el ceño. No solo es una expresión de desagrado o repulsión, lo que puede representar la cara del espectador al mirar el filme, sino que también es una de las expresiones faciales más «quitadas» con bótox en este mundo.
El tema y la crítica social
La sátira se aborda a través de personajes con cierta obsesión: complacer al cliente, obtener un buen servicio, postear en el Instagram, lograr una carrera en el mundo del modelaje o sentir poder. Este “obsesionarse” hace que podamos reflexionar acerca de cómo los personajes olvidan cuestiones tan importantes como disfrutar. Asimismo, se expone cómo el dinero hace al poder de una manera tan burda y peligrosa que hace que todos quieran obtener lo mismo.
En algún punto, todo es una venganza para aquellos que piensan con esta mentalidad de “rey”, se evidencia que el dinero es siempre un problema, te otorga o te quita el poder. Desgraciadamente, vivimos a merced de este.
Para finalizar, y volviendo a la ovación de ocho minutos que destaqué sobre el comienzo, en un mundo tan superficial en el que el cine que está en cartel es “siempre el mismo”, estas cosas, brillan. La falta de hipocresía con la que se abordan todas las situaciones hacen que cuestiones el funcionamiento de este mundo. Acá no hay caretas, la repulsión que produce este filme es el reflejo de la sociedad encapsulada en la tibieza.
Lic. en Dirección Escénica, dramaturga y guionista en construcción
Analizo todo lo que veo
Clarísima tu reseña.
Perfecta descripción de todos los aspectos del filme para tener en cuenta. Muchas gracias!