TIEMPO DE PAGAR.
Una maratónica odisea a contrarreloj en el submundo porteño.
INTRODUCCION: La historia se sitúa en el submundo porteño de los “arbolitos”: los cambistas que habitan el microcentro de la ciudad de Buenos Aires, copan la calle Florida y operan en torno a los constantes cambios de la economía argentina, sin dejar de batallar con contratiempos y sus propias vidas.
El film de Wein se centra en la figura de Richard, un arbolito que refleja todas las características del famoso “chanta” argento. Lejos de ser una figura que se sostiene solo con los clásicos estereotipos de este tipo de personajes, el film nos lleva a conocer cómo funciona su psiquis, sus movimientos sociales y manipulación para lograr conseguir sus propósitos.
Con una actitud de galán y manipulador, Richard parece poseer la calle Florida. Sabe cómo jugar sus cartas con el principal componente de no tener ningún tipo de escrúpulos.
El protagonista de esta película pisotea cualquier ética y moral, pero curiosamente se refiere a sí mismo como una suerte de honorable caballero: la ley de la selva y la supervivencia están encarnadas en este personaje tan pintoresco como detestable.
Tiempo de pagar se sitúa en 2021, en un momento de fuerte tambaleo de la economía nacional y para reflejarlo invita al espectador al detrás de escena del mundo de los cambistas, una suerte de Wall Street popular y clandestino en el que se manejan leyes propias.
Su desarrollo nos sumerge en una desesperante lucha de Richard contra el reloj, contra sus acreedores y la red de mentiras que forman su existencia.
COMENTARIOS PERSONALES: Esta película es un reflejo criollo, casi como un poema a la fama del Argentino, un personaje chanta que reúne las cualidades de la personalidad del famoso busca vida, estafador y mujeriego.
En su ejecución es muy entretenida, es típico humor Argentino con una corrida maratónica que hace que el protagonista haga un despliegue de sus armas. Richard es un poema al canchero Argentino porteño.