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“No voy a pedirle a nadie me crea”: un thriller que revoluciona el cine predecible

“No voy a pedirle a nadie me crea” es una película de suspenso mexicana que con comedia logra romper la tensión y crea preguntas, pero no da respuestas. Ya está disponible en Netflix. 

“Me gusta la idea de que esta película pueda ser muchas cosas a la vez y ninguna concreta en sí misma ”, dice el director mexicano Fernando Frías en el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata donde la película formó parte de la competencia internacional. “No voy a pedirle a nadie me crea”, su nueva película, es una adaptación que tiene como protagonista a Juan Villa Lobos, un antihéroe con el que es difícil empatizar. El jóven mexicano viaja a Barcelona para estudiar y por accidente termina envuelto en un asunto criminal que lo asfixia y lo aleja de sí mismo. A pesar de ser forzado a hacer cosas que no desea, tiene que pretender frente a su novia y su inquilino argentino interpretado por Juan Minujin. Lentamente, el protagonista se olvida de su identidad en una ciudad que se caracteriza por su diversidad cultural, sus interminables ruidos y la desorganización. 

La película transcurre y Juan Villa Lobos se pierde en un ciclo sin fin criminal, pero no se olvida de documentar todo lo que le sucede porque si no puede decirlo, al menos puede escribirlo. Mientras, su novia, quien se siente ajena a su entorno, intenta entender las extrañas actitudes y su repentino distanciamiento. Pero, cuando no hay respuestas, el ser humano las inventa. En la búsqueda, su pareja se olvida también de ella misma y se pierde. “Esta es una historia con demasiados huecos, en la que un personaje no sabe lo que el otro personaje sabe”, explica el director mexicano. En esta película ni los protagonistas ni la audiencia tienen la verdad. El clima incierto y tenso se rompe gracias a un humor equilibrado. “En el minuto dos que ves el salpicón de sangre en una película de extrema violencia, hay una parte de nosotros que se distancia y entiende que está en ese mundo. A mi me gusta jugar con la línea incómoda de que esto tiene que ser medianamente realista y el tono no necesariamente tiene que empatar con el mensaje”, detalla Fernando Frías.

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“No voy a pedirle a nadie me crea” es un thriller que hipnotiza a la audiencia desde el primer segundo, protagonizado por giros en la trama, personajes culturalmente diversos y preguntas sin respuestas. En esta historia lo imposible es posible. No hay caminos claros ni  narradores definidos. Pero como sucede en la vida real, Fernando Frías logra que la audiencia no tenga todas las explicaciones que desea, sino que les abre la puerta a la interpretación. No hay una verdad absoluta, pero, ¿existe?

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