
La trama
Hamlet, entre otras cosas, es un descreído. Uno de esos que pregonan casi con fe religiosa el descreimiento y pretenden que los demás abramos los ojos y veamos lo que él ve: “Porque, por más que la disfracemos, la verdad siempre está ahí, a la vista” nos dice. En “El Sueño del Bosque”, una verdad es revelada tal como se le revela a Hamlet, con una similitud pasmosa a la obra de Shakespeare: A través de un sueño, una sombra, un fantasma y los hechos que le suceden se parecen demasiado a los que vive el príncipe de Dinamarca. La diferencia es que nuestra protagonista es mujer y no es princesa, sino violinista, se llama Ángela y es la única heredera de una fábrica de pastas familiar llamada El Reino, ubicada en nuestra costa atlántica.

El espectador expectante
Cabe destacar la interpretación de Lourdes Invierno (Angela) que hace un monólogo excelente, la puesta en escena también, tanto la musicalización como el juego de luces en cuanto al sentimiento del personaje muy bien aplicados. A diferencia de Hamlet nuestra protagonista no es una princesa, pero si tiene la perdida de su padre siendo ella la única heredera de «El Reino» (una fábrica de pastas familiar), pero el énfasis de Shakespeare en Hamlet se ve representado durante los 60 minutos de la obra de una manera sobresaliente.
Crítica y cobertura: Michel Rodríguez
Ficha Técnico Artística
Dramaturgia: Lourdes Invierno, Javier Rodríguez Cano
Actúan: Lourdes Invierno
Edición de sonido: Marcelo Wengrovski
Diseño De Iluminación: Laura Saban
Comunicación: Marcos Mutuverría
Diseño gráfico: Krafty Maik
Asistencia técnica: Timoteo Castagna
Prensa: Marcos Mutuverría
Producción Audiovisual: Alejandro Y Julimar
Producción general: Lourdes Invierno
Puesta en escena: Javier Rodríguez Cano
Dirección: Javier Rodríguez Cano