¿Es un verdadero renacimiento de la saga?
Jurassic World: Renace (2025), es la cuarta entrega de esta nueva etapa o inicio de franquicia, y séptima película si contamos las originales. Como lo mencione anteriormente, esta película supone un intento de redireccionar el rumbo de la saga y devolver un poco de identidad a estas historias que parecían perdidas y en la monotonía absoluta.
La historia se sitúa varios años después de «Jurassic World: Dominion» (2022), en un mundo donde los dinosaurios se integraron con muchas dificultades a la vida salvaje global. la trama se complejiza y funciona como punto de partida para la acción, cuando un incidente biotecnológico en una zona remota despierta nuevamente las alarmas de un grupo de científicos, mercenarios y viejos conocidos se ven arrastrados a una misión que, como es habitual, acaba siendo una excusa para liberar a las bestias prehistóricas y desatar el caos.

Lo más destacable de esta entrega, es su fuerza visual. Edwards demuestra de nuevo que sabe manejarse con soltura en el terreno de estas grandes criaturas desde sus comienzos. Contiene escenas, siempre con dinosaurios de por medio, que están bien resueltas, los efectos visuales son bastante impresionantes, y en alguna ocasión consigue transmitir una sensación de pavor y amenaza convincente. A pesar de los esfuerzos visuales, la cinta resulta relativamente plana, y aunque tenga algunas secuencias memorables, resultan escasas en sus más de dos horas de duración.
Como crítica personal y absolutamente subjetiva, considero que es necesario un verdadero renacimiento en esta saga, pero un renacimiento que no solo incluya dinosaurios, sino también ideas e historias más interesantes. El guión es muy plano y considero que esta saga está explorada siempre desde el mismo punto de vista, lo cual la convirtieron en una saga repetitiva que poco a poco pierde su magia y la luz que transmitía en sus comiezos.

Lo que no se puede negar es que esta película es visualmente hermosa y conecta en ocasiones con sus momentos de belleza estética que atacan de manera directa a la nostalgia.
Esta historia se siente sin identidad alguna, ya que se siente como una referencia constante a su primera entrega, además que se construye alrededor de una premisa vacía, repetitiva y sin demasiado sentido, que únicamente sirve de excusa para mover a los personajes de un punto a otro sin un argumento fuerte.
La división del grupo de protagonistas en dos líneas narrativas simultáneas no ayuda al relato y expone la deficiencia del guión aún más.

Esta saga aún está lejos de recuperar el espíritu original que hizo de la saga algo único. Gareth Edwards aporta una puntilla de personalidad visual a la entrega, pero se ve atrapado por un guión poco explorador, al servicio de un fan service de dinosaurios sin alma. Aun así, a pesar de todo esto comentado, confirmó que le va a ir bien en la taquilla, ya que es una apuesta fuerte en la cartelera para niños, adolescentes, fanáticos de la saga y de los dinosaurios en general.